Siena y Perugia fueron ciudades que visité en días completamente distintos. Durante los días que estuvimos visitando Montalcino, Montepuciano y Pienza estuvimos quedandonos en Siena. Lo visitamos cuando regresamos de esos lugares, y por la mañana antes de irnos rumbo a Perugia, y pasar por Lucigniano, Cortona y Castiglione del Lago.
Siena me enamoró. Es una ciudad medieval preciosa. Y algo que se me hizo simplemente genial fue lo de Palio, es una fiesta que se hace dos veces al año en la que los distintos distritos de la ciudad (representados cada uno con su propio escudo, compiten en juegos medievales (carreras de caballos), la gente se disfraza y cada zona saca sus estandartes. Además, por lo mismo de que hay distintas zonas, tiene muchos detalles muy curiosos que identifican a qué pertenecen.
Perugia también es un lugar muy bonito. Ahí el clima estaba lluvioso y melancólico. Y fue divertido porque nos quedamos en un hotel en la parte de abajo, y la zona histórica está arriba, así que llegas por medio del "Mini metro" que es básicamente una cápsula del tamaño de medio vagón de metro y que va por los rieles.
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