Cinque Terre son, como lo dice el nombre, 5 lugares. Son unos pueblos muy pintorescos justo a la orilla del mar, pero están en riscos y acantilados. Y entonces ves las preciosas casitas de colores justo al borde. Es una vista espectacular.
Cometimos el error de ir en carro, hubiera sido mejor tomar el tren desde La Spezia (una ciudad que está justo antes). Eso es porque las callecitas son muy empinadas y estrechas, y fue un poco estresante. Primero nos fuimos a Vernazza, pero tomamos el tren a Monterosso (no se podía llegar en carro). Y luego de pasear ahí volvimos a Vernazza. Luego bajamos todo el camino hasta Riomaggiore, donde dejamos el carro y subimos a Manarola (que yo insistía en decirle Manterola). Ahí comimos, yo unos deliciosos gnochis (ñoquis) con pesto. Y al final paseamos por Riomaggiore.
Al final habíamos decidido ya no pasar a Lucca, pues aunque quedaba de camino ya era tarde. Pero todos nos alegramos de ir, aunque nos tocó ya una hora de sol, únicamente. Lo más bonito de Lucca es la catedral, con sus arcos y columnas románicas. Y claro, que fue la primer ciudad amurallada que visitamos. Una gran parte de la muralla está conservada y la hicieron parque. Además había poca gente y pudimos disfrutar de las calles vacías.
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