No sólo leí esos cuatro libros, sino que además leí uno más: Crimson Night de Marie Hall.
Pensé que iba a ser más complicado, sobre todo por el estar de viaje, pero al final fue eso mismo lo que me lo facilitó, pues en el camino podía leer.
A continuación algunas de mis opiniones sobre los libros, libres de spoilers:
El libro me atrapó desde el primer capítulo. Me gustó muchísimo la forma sutil y lenta de irte presentando cada cosa, y sobre todo, que te lo puedes imaginar perfecto. Muy pronto me sentí identificada y me cayó bien la protagonista, Shayla. No es la clásica Marie Sue (aunque poquito sí es, hay que reconocerlo), perfecta en todos los sentidos, al contrario, sí tiene algunos defectos, y eso es lo que la hace mejor. Lo terminé en unas cuantas horas y seguí con el segundo:
Con este (y el que sigue) comencé a sufrir. No por el libro, sino por la historia. Para entonces ya estaba completamente inmersa, y no podía dejar de leer. No puedo decir mucho, sin revelar nada, pero me encantó.
Oh por dios el final. Oh. Dios. Necesito leer los siguientes porque cada vez se va poniendo mejor y mejor la cosa y el final me dejó... En este libro te das cuenta (por si no lo habías hecho antes) de lo bien planeado que tiene todo la autora y de la diégesis tan buena que maneja.
Fue algo curioso leer este libro, tan infantil, tan inocente y lleno de magia pura después de haber leido las otras novelas. Pero creo que fue un buen respiro. La historia me gusta mucho, pero mi cosa favorita son las bellísimas ilustraciones que la acompañan.
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