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Vivo un amor prohibido que roba mis latidos
Pero callarlo, ya no puedo
Porque contigo estoy en cero y él me pone a mil
Soy insensible a ti
Pero callarlo, ya no puedo
Porque contigo estoy en cero y él me pone a mil
Soy insensible a ti
Insensible a ti ~ Alicia Villarreal
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—Tenemos
que hablar —me dijo muy serio.
En otra
época esas tres palabras me hubieran llenado de angustia ante la incógnita del tema, pero ahora no me producían la menor
emoción. Como todo lo que se trataba de él.
—Claro, mi
amor —dije suavizando mi voz, fingiendo esa preocupación que me hubiera causado
en otros tiempos.
Lo seguí
hasta nuestra habitación. La cama perfectamente tendida se burlaba de mí y de
mis intentos por aparentar que lo que fuera a decirme realmente me iba a
importar. Ella sabía la verdad, había sido testigo y cómplice del engaño. La
elegante cajonera de caoba, regalo de mis padres en nuestra boda, tenía un
único cajón abierto, confirmándome lo que creía que había ocurrido. Había sido
descubierta.
Controlé la
sonrisa socarrona a tiempo para cuando él se giró a verme, señalando con la
mano el cajón que, hasta entonces, había ocultado mi mayor secreto.
—¿Quieres
explicarme esto? —me dijo entornando los ojos.
Esta vez no
pude controlar la sonrisa, ni la risa burlona que siguió. Obviamente esto lo
molestó aún más, su rostro se desfiguró ante el enojo, pero una vez más, ni
siquiera sentí tantito miedo.
—¿Soy tu
chiste acaso?
Estaba
harta de ocultárselo y, dado que las circunstancias me obligaban, no quedaba de
otra que revelárselo.
—Pues ya lo
descubriste, así que de nada sirve negarlo —le dije, cruzándome de brazos.
—¿Desde
cuándo? —Su gesto se tornó compungido, como si quisiera llorar. Me alivió saber
que al menos lástima sí podía sentir, vaya.
—Desde hace
cinco meses.
—Con razón
—dijo, derrotado—, notaba algo distinto en ti, estabas más feliz, más guapa.
Pero pensé que eras una mujer de bien, alguien decente. Nunca me hubiera
imaginado algo así.
Esta vez me
reí con ganas. «Mujer de bien».
—¿Qué
querías que hiciera? —No había sido mi intención ser cruel, pero esa expresión
se metía en lo más profundo y me remarcaba lo patético que era—. ¿Qué me
quedara toda insatisfecha y aburrida?
—Podrías
habérmelo dicho, hubiera intentado ser mejor esposo, mejor amante.
—Pues te lo
dije muchas veces —me crucé de brazos y resoplé—. Pero tú te vienes y listo, se
acabó el asunto. Te lo dije al menos unas cincuenta veces y terminó siendo más cansado
que simplemente fingir que estaba de acuerdo con cómo me tratas en la cama. Y en todo.
—¿Y por eso
recurriste a él?
—Sí. Él
siempre me satisface.
Una sombra
se cruzó por su rostro.
—Entonces
quédate con él. Yo me voy.
Lo vi salir
del cuarto, derrotado. Me encogí de hombros y caminé hacia el cajón. Entre la
ropa desordenada estaba la prueba de mi «delito». Lo saqué con cuidado y lo
acaricié con la mano libre.
—Ahora solo
estaremos tú y yo.
Quién
hubiera dicho que un simple aparato iba a ser el causante de mi divorcio.
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“Esta recopilación participa en el Reto anual: 12 meses 12 Relatos 2020 organizado por De aquí y de allá by TanitBenNajash”
Muchas gracias a Nea Poulain por betearme este relato.
Palabras: 473
Gracias por leer. Se agradecen los comentarios ❤
Me gusta que la mano de nea se vea bien poquito y que muestres que aparte de hadas, puedes manejar otros temas. No hay mucho que corregirte de cosas como a las demás porque ya Nea se encarga de eso. Así que sólo me queda decir que me si me sacaste una sonrisa, ya me veía venir de que se trataba desde que mencionaste el cajón. Fue bastante gracioso, una forma original de abordar una canción de infidelidad, sobre todo porque la mayoría se fue por el "engañar" con otra persona, así que te llevas el punto por originalidad.
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